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El ferrocarril español posee un gran valor patrimonial, con una enorme variedad y riqueza de elementos. Vías de tren, apeaderos, estaciones, telégrafos o túneles son sólo algunos de los componentes del trazado de la línea que, junto a otros artefactos móviles, ponen en funcionamiento todo el sistema de transporte. Aun así, el paso de tiempo ha transformado estas obras funcionales en un mero vestigio, dejando al olvido el recuerdo de lo que un día representó el desarrollo tecnológico de todo un país.
LA ESTACIÓN DE LAS CUEVAS
La Estación de Ferrocarril de Las Cuevas de Utiel se construyó en 1941, pero no fue inaugurada hasta 1947. Ese mismo año, el tramo de la línea Cuenca-Utiel se puso en funcionamiento, dando por finalizado el esperado trayecto Madrid-Cuenca-Valencia.
Esta estación, junto con el resto que conforman el tramo de Cuenca-Utiel, fue construida por Secundino Zuazo, arquitecto y urbanista de origen bilbaíno. Actualmente, la estación se encuentra en un estado ruinoso tras el abandono por parte de Adif y la demolición del antiguo Barrio de La Estación, en el que muchos de los vecinos de Las Cuevas vivieron hasta mediados de los años 60.
Recreación de la antigua estación de ferrocarril de Las Cuevas a partir de una imagen de archivo de la estación de Palancares (Cuenca).
El Barrio de la Estación estaba conformado principalmente por las familias de operarios del ferrocarril o relacionados con Renfe. Mucha gente emigró desde municipios de Castilla La-Macha para asentarse en Las Cuevas, debido a las posibilidades comerciales y económicas que se abrían gracias a la explotación de la línea.
LA ESTACIÓN DE CAMPORROBLES
Al igual que la estación de Las Cuevas, la Estación de Camporrobles no se inauguró oficialmente hasta seis años después de su construcción. No hay mucha información sobre el ferrocarril durante la época de la Guerra Civil, pero se sabe que el primer tren que salió desde Camporrobles fue el 3 de noviembre de 1936, aunque las fechas de inauguración oficial sean muy posteriores.
Empezó a funcionar en 1949 y tuvo una gran influencia en las poblaciones de alrededor, como Mira, Fuenterrobles o Villargordo del Cabriel, donde los viajeros y las materias primas hacían cola para subirse al tren del progreso.
Aunque la época de bonanza sobre la exportación comercial ya había pasado cuando el tren por fin llegó a Camporrobles, es innegable su impacto urbanístico en el municipio. La trama urbana aumentó considerablemente con una avenida en dirección a la estación, así como la creación de algunos almacenes y cooperativas cerca de la vía.
EL PATRIMONIO DE LA LÍNEA
Las estaciones de Utiel y Requena se convirtieron en los puntos de referencia de la actividad comercial de toda la comarca. En Utiel, por ejemplo, La Estación se construyó en un descampado situado a las afueras del municipio. El tren no tardó en potenciar el desarrollo económico de la zona, principalmente con la explotación vinícola. Al igual que Utiel, en Requena el casco urbano comenzó a ensancharse alrededor del tren, con media docena de bodegas, fábricas de harina y diversos almacenes de abono.
Además de las estaciones, hay todo un patrimonio ferroviario que las complementan, como las vías, los túneles o los raíles por los que discurre el tren. Podemos encontrar tramos que nunca llegaron a inaugurarse (como los de la línea Beza-Utiel) y otros que han caído en desuso tras el cierre de la línea convencional de Aranjuez a Utiel.
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